30 Aniversario de Solidaridad; Chano Toledo: La lucha continúa

Para el Regidor solidarisense, asegura que su lucha en pro del medio ambiente y la igualdad social, será permanente hasta el último día de su vida, Marciano “Chano” Toledo Sánchez rememora pasajes de su a Cancún Time; en ella narra triunfos y derrotas, alegrías y triztezas desde que inició la lucha independentista para lograr la creación del octavo municipio de Quintana Roo: Solidaridad 

PLAYA DEL CARMEN, SOLIDARIDAD | El ingeniero Marciano “Chano” Toledo, primera autoridad de lo que sería el municipio Solidaridad, y que este 2023 cumple tres décadas de fundado, es un crítico de la realidad playense y solidarense, recrimina a las autoridades el abandono de éstas que propician miseria e inseguridad en medio de la opulencia en este destino turístico de calidad mundial, esta, es una crónica de viva voz, de un luchador e independentista de Solidaridad.

Paraíso con vista al mar
Playa Del Carmen fue fundada por varias familias los Quiam, los Dzib, los Aguilar y los Puc, y otras familias que se dedicaban a la pesca ya la agricultura, era un pueblito de pescadores al que venían los turistas que bajaban de los barcos y que, de boca en boca, nos recomendaban.

En ese tiempo sólo había una avenida principal la Juárez, que venía de la carretera hasta la 5ta avenida, hacia el Centro y de ahí hasta la Calle 4 Norte.Había pocos hoteles, tres grandes en Playacar y en Shangrilá, y como seis más pequeños que eran de los profesores Lucio Kantú Chi, Domingo Paredes, Pablo Cardozo. Sólo había una caseta de teléfono y me acuerdo que sólo existían dos cines, más bien rústicos: uno de Diego Güemes, sin techo, y otro frente al parque.

La única oficina de gobierno era la Delegación y se encontraba en la avenida Juárez con calle 15 donde hay ahora una oficina de atención al turismo. En ese entonces, Playa sólo contaba con dos policías, una patrulla y un cartero. Si queríamos hacer algún trámite, éste sólo se podía hacer en Cozumel. ¡Eran tan lentos!

Muchas veces pasaban días y días sin que lograras resolver. Los trámites más importantes se hacían en Chetumal, así que para llegar a cualquier dependencia de gobierno, tenias que manejar cinco horas, en una carretera sólo tenía dos carriles estrechos y muy peligrosos.

Playa del Carmen era entonces un mágico pueblo de pescadores, maravilloso, con un gran potencial. Un paraíso con vista al mar que necesitaba, con urgencia, otro estatus político y social. Recuerdo que había varios grupos claramente divididos. El grupo de los nativos, las familias antiguas, los llamados fundadores.

Había también otro grupo integrado por los ejidatarios, que pertenecían al Sindicato de Taxistas, agricultores que tenían sus ranchitos, o los que tenían una pequeña propiedad. A ese grupo nos sumamos los maestros y los comerciantes, personas que influimos bastante en las decisiones del lugar.

 También estaba el grupo de gente que se dedicaban a la pesca y a vender artesanías, «Los Jabines», les decían. Eran grupos diversos que teníamos entre nosotros, nuestras diferencias, pero también había armonía, en especial cuando nos organizábamos para celebraciones como la fiesta de la Virgen del Carmen, que hacíamos en el Parque Fundadores con todo y el baile de la Cabeza de Cochino. Esa fiesta la organizaba dona Evelia Dzib.

Huracán Gilberto, la prueba máxima

El huracán Gilberto nos puso a prueba y marcó nuestro destino. Se formó como una depresión tropical, la número doce de ese inolvidable 1988. Su aparición se registra el 08 de septiembre y, al desplazarse por el Caribe se convierte en un huracán categoría tres. El 13 de septiembre de 1988, el huracán Gilberto pegó en Quintana Roo, con todo. Había alcanzado ya la categoría cinco. Destruyó todo a su paso. Arrasó con Cozumel, con Playa del Carmen, Tulum y Cancún.

En ese entonces ya tenía el restaurancito, la tienda y los cuartitos del hotel donde refugiamos a la gente. Dábamos de comer, llevábamos agua al ejido cuando éste apenas se estaba habitando, llevamos pipas y lo que se podía. Todos dimos algo, compartimos y trabajamos codo a codo para limpiar calles, recuperar infraestructura, reparar las viviendas.

Éramos entonces más de 12 mil habitantes, entre Playa del Carmen, Puerto Aventuras, Akumal y Tulum, con sus comunidades mayas. Habitantes que demandaban ayuda y que se quedaban esperando porque nomás no llegaba. De la sede del poder municipal, que estaba en Cozumel, nos separaba un mar.

¿.Qué pasó entonces? La solidaridad se hizo presente, lo poco que logramos rescatar de alimento se repartió entre todos, el agua potable, la leche para los niños, los pañales, todo lo que servía se distribuyó entre todos hasta donde se pudo. Aquí no importó si conocías o no a las personas; no se puede ser indiferente ante cualquier manifestación de dolor y desesperanza. En ése momento era prioridad salvar la emergencia con lo que estaba a nuestro alcance. No había tiempo para otra cosa.

Playa del Carmen resurgió desde la solidaridad, esa ayuda mutua para salir adelante se convirtió en nuestro cimiento, en nuestra raíz. Ahí nos dimos cuenta de que podíamos organizarnos, de que era importante tener una solidez de pensamiento que nos uniera tanto a los ejidatarios como a los empresarios.

El pasó de Gilberto por estas tierras fortaleció nuestro espíritu de lucha y organización, despertó nuestro sentido de pertenencia y nos hizo olvidarnos de las diferencias. Fuimos un solo brazo y así, unidos, salimos adelante.

En un mes, ya estábamos de pie. El huracán Gilberto, llamado «El Huracán del Siglo», nos enseñó a caminar juntos, nos impulsó a organizarnos y a imaginarnos, ya no como una Delegación sino como un Municipio.

Movimiento Empresarial

El movimiento en el que yo me involucré fue más empresarial que político. Quienes estábamos abriendo negocios, vislumbrábamos un auge económico muy importante y queríamos estar ala altura de lo que vendría.Formamos organizaciones como la Asociación de Hoteles y Prestadores de ServiciosTurísticos, creamos la delegación de la Cámara Nacional de Comercio CANACO y también la de la Cámara Nacional de Restauranteros CANIRAC.

Ese sólo hecho trajo muchos conflictos porque, siempre quienes llegamos de fuera, seamos nacionales o extranjeros, somos vistos con reticencia por quienes son originarios. Es normal.A mi, como a muchos, nos costó ser aceptados por quienes nacieron aquí y por quienes venían de Chetumal y formaban parte de los movimientos nativistas que siempre ha tenido Quintana Roo.

Por fortuna, la gente nos siguió. Lo hizo porque nosotros los convencimos de lo que queríamos hacer, y porque respondimos y fuimos congruentes con lo que prometimos.La clase política de aquel tiempo tanto en el Gobierno del Estado como en el Gobierno deCozumel, hay que decirlo, no nos veía de buena manera. Teníamos siempre en nuestras gestiones una fuerte oposición. ¿Por qué? Porque la clase política busca títeres para manipulara su albedrío, y al menos a mí, no me qusta que me impongan ni que me exijan cosas que no son correctas, y mucho menos que me apliquen estrategias de sometimiento. Si, lo reconozco, mi forma de pensar y de actuar a muchos no les parecía tan adecuada.

Eran los tiempos de Miguel Borge Martín, él estaba en la qubernatura, mientras que el presidente municipal de Cozumel era Luis González Flores, luego legó Germán García Padilla.

EI Cine de Diego Güemes

Era natural que nos reuniéramos y nos organizáramos con la idea de hacernos municipio, era una idea que compartíamos y así fue como comenzamos a juntarnos. Éramos varios, amigos todos, el Dr. Arturo López Magaña que tiene su casa y consultorio por el centro; Miguel Santín Velázquez, cozumeleño que ahora vive en Chetumal; don Jacinto Aguilar y Luis Aguilar así omo otras personas que, cuando los invitábamos, asistían. Participaba gente del Sindicato, los tricicleros, habitantes de Puerto Aventuras y también de Tulum.

Así nació el Comité Pro Municipio, en 1989, un año después del paso del huracán Gilberto.Recuerdo que nos citábamos abiertamente en el Cine de Diego Güemes. La primera vez que entré a ese cine miré al techo y me dije, qué hermosura, cuántas estrellas! No, no tenía techo y, además, cada quien llevaba su banquita.

Cuando ya nos vieron más organizados, las cosas se pusieron calientes y difíciles. Por eso, para poder seguir con nuestras gestiones, preferimos reunirnos en casas particulares y deforma cerrada. Después, cuando ya vimos que las cosas crecían y nos sentimos en peligro, nos decidimos por hacer reuniones clandestinas, algunas en el restaurante «EI Tigre», deJacinto Aguilar y otras en pleno monte, allá en Tulum, en Chanchen Primero, en Puerto Aventuras, que en ese entonces también pertenecían a Cozumel.

Pasa que, en aquel tiempo, vino un movimiento del PRI que encabezaron Mateo Coral yGustavo Ortega, personas de Cozumel que querían fortalecer nuestra causa y que, al entender nuestro propósito, nos apoyaron con todo. A ellos les explicábamos que no queríamos un bien personal, que queríamos que Playa tuviera un estatus político y social diferente. Que hubiera atención directa, oficinas de gobierno y todo lo que implica la formalización de un Ayuntamiento.

Pero, lo que es más que la verdad, las autoridades no nos estaban tomando en serio. Ante tanta negativa, nos hicimos más fuertes y otros más se fueron sumando. Si, éramos poquitos los empresarios, hoteleros y restauranteros en Playa. Pocos, pero estábamos organizados.

Como quien dice: «Pocos pelos, pero bien peinados». Juan Moguel Mendoza, un hombre muy inteligente, buen amigo, vino de Cozumel y puso mucha motivación.

Recuerdo que nos juntábamos en un grupo de Alcohólicos Anónimos que formaron, y al que yo iba también porque, siempre he tenido el ánimo de ser mejor. El caso es que con el tiempo, solicitamos un terreno e hicimos el edificio para la CANACO, hasta de nuestro dinero pusimos para que se hiciera la construcción.

Juan Moguel fue el segundo presidente de la Cámara de Comercio, que fue la primera que formamos. Después el tercer presidente fue Juan Martinez Sabido. Quien también nos ayudó fue Juan Carrillo Padilla, él nos abrió las puetas con la Cámara de Restauranteros y así formamos la CANIRAC que presidió por segunda vez Miguel Arcupe Pech. Jesús Delgado Moya, propietario de Costa del Mar, nos ayudó a formar la Asociación de Hoteles y Prestadores de Servicios Turísticos, de la que yo fui el primer presidente.

Hubo un encontronazo muy fuerte con el presidente municipal Luis Gonzalez Flores, porque la verdad, sí empezamos a tener cierto control social y eso no le gustó a quienes ostentaban el poder.

Para apuntalar nuestras gestiones consolidamos las Cámaras con el fin de estar a la altura de lo que vislumbramos, una gran ciudad y uno de los municipios más importantes del país. Las Cámaras empresariales nos ayudaron a ganar fuerza ya contrarrestar los ataques, porque para entonces, ya nos amenazaban con cerrar nuestros negocios y nos trataban de perjudicar.

Había una persecución evidente. Juan Manuel Mercader Rodríguez, secretario de gobierno en la administración de Miguel Borge, vino a Playa con un objetivo: dividirnos. Trajeron gente de Chetumal, ex profeso, a desbaratar nuestro movimiento, queriendo mermar nuestros ánimos.

 Ese era nuestro principal temor que con su presencia crearan conflictos internos y nos dividieran. Cosa que sí sucedió.

Ni en 200 años

En una reunión, Juan Manuel Mercader Rodríguez dejó muy clara su postura cuando manoteó en la mesa y dijo: “Ni en 200 años van a ser municipio”.

Yo era entonces un poco apache. Los ánimos se caldearon y lo sacamos a mentadas de madre. Estuvo fuerte ese momento. Me acuerdo que tuve que esconderme por tres días. Me querían joder, a mi y a otros compañeros.

Lo confieso, en ese momento si tuve miedo porque empezó una persecución muy dura y temía que me metieran a la cárcel. Llegaban los fiscales a mi restaurante, a mi hotel. Comenzó el acoso. El fin era orillarme a que le pidiera «ayuda’ a la gente del poder en Cozumel, querían que les pidiera «de favor que dejarán de molestarme. Pero no, yo estaba en la legalidad y así me defendí desde la legalidad.

Fue entonces que hicimos una carta al gobernador Miguel Borge Martin que también queríamos que legara al Presidente de la república, en donde expusimos la gravedad de los hechos. Fue una carta muy dura que, no sólo ibamos a mandar, sino también queríamos publicar en el Novedades, en Por Esto!, en el Diario de Quintana Roo, porque ya nos estábamos dando a notar.

Organizamos marchas, caravanas de Playa del Carmen a Chetumal, para exigir nuestros derechos. Nos volvimos una piedrita en el zapato. No fue un movimiento planeado, pero creo que si lo hicimos de forma metódica porque el objetivo era claro: crear un Ayuntamiento. Mi argumento era que estuviéramos a la altura del concierto mundial, a la altura del turismo que venia a disfrutar de tantas bellezas naturales que posee esta parte del Caribe.

Sin documentos

Surgió otro movimiento político social y económico que quería desde la Confederación de Trabajadores de México CTM, hacer todo lo que habíamos hecho nosotros en cuanto a las gestiones. Los invitábamos a nuestras reuniones para que no se rompiera nuestra unión y nuestra armonía.

De hecho, hace algunos años, financie una placa que está en el parque y en la que puse los nombres de todos los que luchamos en ese tiempo, porque la historia no se puede cambiar. Algunos de ellos pertenecían al grupo de choque, unos ahí se quedaron y le siguieron, otros insisten en que fueron ellos el motor para que Playa del Carmen se hiciera municipio, pero a todos les consta el trabajo que hicimos durante varios años y si no se tiene evidencia, es porque todo estaba controlado desde Palacio.

Está por ejemplo el caso del cronista Raymundo Tineo Celaya. El tenia su grupo y a su gente y eso creó algunos conflictos. Sobre todo porque los documentos que nosotros habíamos presentado, desaparecieron.

Hemos tratado de conseguir testimonios tan importantes como la carta que le dimos al Presidente de la república, pero alguien se encargó de desaparecer los muchos documentos con los que armamos nuestro expediente, incluido el estudio geopolítico económico y financiero que hicimos, con ayuda de uno de los dos bancos que había en playa.

Por fortuna, yo tenía quien tomara fotos, le compraba hasta los rollos. De repente, que ya es cronista. Un día, él estaba haciendo un libro y, cando me di cuenta de que estaba cambiando la historia, le pregunté. ¿Por qué lo haces? La historia es la historia.

“El que paga manda”, me contestó.

Me puse a hacer cuentas, sólo por ocioso, y llegué a la conclusión de que, de mi bolsa, salieron en cuatro o cinco años de lucha, unos 200 mil pesos. Le poníamos de nuestra bolsa, yo principalmente porque, por fortuna, me iba bien en los negocios. Se lo conté a ese mismo cronista y me salió con algo como:

¿Sabes qué, Chano? No voy a poder poner que tu invertiste dinero acá porque, pues no tengo cómo comprobarlo.

-Si, creo que tienes razón le dije con sorna, creo que necesitas facturas. Podríamos empezar con las tuyas, ¿Qué te parece si me das las facturas de la lana que te di?


Del dinero que te pagaba por las fotos, dame los comprobantes.

Se medio molestó, pero son cosas que suceden. Hay personajes que ni se inmutan cuando escriben y cambian la historia. Yo insisto, la historia es la historia, no puedes modificarla y menos por un capricho.

Tal vez no existe testimonio documental de nuestra lucha pero, nosotros somos ese testimonio. La historia está viva y ahí está el ingeniero Mario Villanueva que es quien mejor sabe cómo se creó el municipio de Solidaridad, y que puede respaldar todo lo que ahora cuento.

Y vaya que le consta porque estuvimos insistiendo tanto que en una de esas muchas reuniones nos dijo: “Ya dejen de estar chingando… bueno, jodiendo. Ya les dije que sí les voy a ayudar”.

A mí, me queda la satisfacción. Aunque no lo hubiéramos logrado, me habría sentido satisfecho de lo que hicimos. Incluida la manifestación pacifica en Palacio Nacional. Fuimos con dos o tres camioncitos para hacer presencia. Prácticamente yo financié eso.

Pude haber dicho: «Estoy gastando mi dinero a lo tonto». Pero no, en su lugar pensaba: «Esto es algo que va a quedar en la memoria de las familia, va a ser bonito que sepan que algo se hizo por el lugar al que llegué y tantas oportunidades me dio».

Cozumel era uno de los municipios más grandes de México y la creación de Solidaridad era histórica. No tenía, en ese entonces, precedente. Hacía mucho que no se creaba un nuevo municipio.

Primero la Alcaldía

Viendo que los ánimos estaban muy caldeados, el Gobernador Miguel Borge Martin crea una figura administrativa intermedia: la Alcaldía, que dejaba atrás la figura de Delegación y nos «preparaba» para ser municipio. Con esa decisión comienza el verdadero movimiento político, uno con mayor nivel de organización y politización.

¿Qué pasa? Que se vuelve aún más clara la división de grupos, los que manejaba el gobierno y nosotros. Cuando surge la figura de Alcaldía, el profesor Lucio Kantú Chi, era Delegado Municipal de Cozumel y es quien se postula como candidato. Su grupo siempre habia ganado pero, la verdad, se confiaron, se pusieron cómodos, y no hicieron mucho. En cambio el grupo de José Luis Hernández Barragán, que era peluquero, sí hizo la tarea. El hizo una campaña cortando pelo, se empezó a mover con la gente y así fue como logró ser el primer alcalde de Playa del Carmen. ¡Ganó por un voto! Yo respeto mucho al primer alcalde, fue presidente de la CANACO. Ahora, incluso, es abogado. Se ha superado mucho.

Posteriomente, y aprovechando la inercia que teníamos en alianza con los nativistas, me involucré más en la cuestión política y me propuse ser el segundo alcalde. Me dije, ¿cómo le hago yo para que todo esto empecé a cuadrar? Me empeñé en sumar la voluntad de los nativos, de los avecindados, de los pioneros y de toda la gente que quería la transformación, el estatus político que se requería.

Al principio fue muy difícil, pero hablé con Santín Velazquez, hablé con don Jacinto Aguilar Quiam para que fuera mi tesorero. ¿Qué hice? Busqué la unión, evité dividir. Además, ya me había convertido en un activista de la lucha social para mejorar las tarifas de la Comisión Federal de Electricidad CFE y ya tenia muchos seguidores.

La verdad, en esos tiempos me pusieron muchas trabas, hasta crearon un nuevo ejido para ampliar los votos y favorecer a un candidato: Jesús Puc Pat, ejidatario.

También se postuló Rafael Medina, hijo del Presidente de la Asociación de Pequeños Propietarios. Cada uno tenía su fuerza politica. Sólo que nuestra dinámica fue muy clara siempre: que la gente viera que nuestro propósito era lograr el bienestar para los habitantes, y la gente nos siguió.

Eso significó mover las aguas de Cozumel porque, ellos sabían que si yo ganaba como alcalde, iba a tener más fuerza política y social para exigir que nos Convirtiéramos en municipio.

Cuando vienen las elecciones, hice una primera campaña con muros y pintas. La gente me recuerda por mis mantas. Yo mismo diseñé mis frases, mensajes que se iban uniendo porque, cada uno estaba relacionado con el siguiente.

Entonces, como ahora, para mí era importante que la gente me viera como soy, al natural, tal cual. No me gustan los choferes ni me gusta andar con gente cuidándome. Cuando me preguntan si tengo miedo, siempre respondo que no, porque siempre me encomiendo a Dios.

Gané la alcaldia con un margen muy amplio. Sé que cuando ganamos, de alguna manera, en el ingeniero Mario Villanueva creció la intención de ayudarnos. Sobre todo porque se dio cuenta de que sí contábamos con el respaldo de la gente.

Aclaro, no gané la alcaldía porque prometiera que nos íbamos a convertir en municipio, de eso ya no se hablaba, salvo de forma secreta y hasta clandestina.

Solo lo sabíamos un pequeño grupo de gente y el Ingeniero Mario Villanueva. Cuando gané, Germán García Padilla, que era el Presidente Municipal de Cozumel, vino a la toma de protesta. Toda la gente estaba contenta. Se veia que el trabajo que se hizo con tanta ilusión, había culminado con el objetivo cumplido.

Éxito o ignominia

El momento más difícil estaba por venir. Siendo ya alcalde y con el Ing. Mario Villanueva en la gubernatura, ciertos funcionarios me mandaron llamar a Cozumel para ofrecerme las «perlas de la virgen», con tal de que dejara a un lado la idea de convertir a Playa del Carmen en municipio.

“Mira, muchacho. La gente se olvidará mañana de lo que hiciste. Mejor ve por ti, te vamos a ayudar, vamos a impulsarte para que seas lo que quieras ser. Vas a ser un diputado que va a salir de Playa del Carmen”.

Me ofrecieron que al ganar la Alcaldia seria como si fuera el Presidente municipal y luego vendría algo mejor…Como no acepté, me tocó bailar con la más fea: la ignominia política.

Pude haber tenido el poder, pude haber tenido el éxito, pude haber tenido mucho más, pero ¿A cambio de qué? De mi conciencia, de mi forma de ser, de mi forma de pensar? ¿Con qué cara iba yo a ver a la gente que creyó en nosotros y que me viera pasar a una posición de confort? ¿Defraudarlos? No, no era algo que me cupiera en la cabeza ni en el corazón.

Yo entiendo, la gente de Cozumel estaba defendiendo su territorio y todo eso, pero nosotros sabíamos del enorme potencial que tendríamos siendo municipio y hoy, lo comprobamos.

Con todo lo que me dijeron en esa reunión y por todo lo que me ofrecían, me di cuenta de que sí teníamos futuro, que estábamos más cerca que nunca. Estaba en condiciones de negociar, así que mantuve mi postura.

Cuando se lo conté al Ing. Mario Villanueva, él fue muy claro: “Sigan. Sigan y sigan más fuerte. Métanle más duro”.

En aquel tiempo, Pedro Joaquín Coldwell era Secretario de Turismo, era parte del gabinete del Presidente Carlos Salinos de Gortari y, él defendía también los intereses de Cozumel. Había mucha presión. Así que quince días después, Villanueva nos manda llamar y revira: “Se está cayendo la cosa. Ya no se va a poder, la presión es muy grande y no se va a lograr ser municipio”.

Comité Pro Municipio

Como Siempre me ha gustado hacer las cosas de forma abierta, con la participación de varias personas para que todas estemos en el mismo canal y con la misma información, reuní a quienes integraban el Comité Pro Municipio. Los puse al tanto de lo que me ofrecian y de lo que me habia dicho el gobernador porque, aungue el que tenía el contacto directo con Villanueva era yo, esta lucha era de todos.

“Señores, así está esta situación, Podemos ser ahora una alcaldía y quedarnos así, como si ya fuéramos un municipio. Yo soy el alcalde ahorita, y me prometieron que nos van a dejar trabajar sólo si cedemos en nuestro movimiento. Se los tengo que decir así, «al chile», porque a mi este tipo de presión, nomás nO me parece. Y no me parece porque lo que me ofrecen hoy a mi, que son las «perlas de la virgen», se los van a venir a ofrecer a ustedes para reventar nuestra organización.

Quedamos en que íbamos a seguir juntos y en la lucha, en que nos íbamos a preparar y a fortalecer internamente. Que pasara lo que pasara, nos quedaría la satisfacción de que luchábamos por algo justo y legítimo.

“Señores, esta guerra aún no termina. Ninguna posición política puede supeditar el desarrollo de un pueblo. No podemos supeditarnos a ellos. No podemos vendernos.

Sabíamos que querían quebrarnos, que tuviéramos miedo. Sabíamos que si seguíamos en la lucha nos iban a querer joder, por la mala, pero decidimos seguirle.

En el comité estábamos Miguel Santin, que fue el primer Presidente del Comité Pro Municipio, Leticia Mena, Leticia Gallegos, el Dr. Arturo López Magaña, Fátima y Nery Quiam, la familia Dzib y más. Buena parte de las personas que están en la placa Conmemorativa que mandé a hacer, estuvimos ahí y nos mantuvimos firmes.

No podíamos abandonar esa lucha, Para entonces, ya estaba con nosotros toda la gente de Playa del Carmen y teníamos además un gran ánimo. Al ganar la alcaldia, nosotros estábamos más fuertes. Y no es que quisiéramos ser rebeldes ni negarnos a acatar las órdenes que se nos imponían porque sí, ellos tenían el poder en sus manos. Pero, aunque institucionales y respetuosos, coincidimos en que no nos asustaba gue nos impusieran cosas que no eran correctas.

Hay que reconocer que el ingeniero Mario Villanueva fue clave para que lográramos nuestro cometido. Nos apoyó cuando fue Presidente Municipal de Benito Juárez y también cuando fue Senador. Nos asesoró para nuestras gestiones. Gracias a él, entendimos que el único camino posible para hacer de Playa del Carmen un municipio, era tener argumentos, entender cual era nuestra misión y saber cuál era la realidad que se vivía en el lugar.

Así fue como mandamos a hacer el estudio socioeconómico, otro geopolítico y uno de carácter financiero. Habia dos bancos, pero fue Bancomer, hoy BBVA, que todavía está en avenida Juárez, el que nos proporcionó buena parte de la información que sustentó nuestra gestión. En ese entonces éramos 12 mil habitantes. De hecho, la Constitución pedia que fuéramos 20 mil habitantes para lograr el cambio a municipio pero, la verdad, eso nos lo saltamos gracias a que el ingeniero Mario Villanueva nos ayudó a tocar puertas, y también a que nosotros no dejamos de llevar nuestra propuesta aquí y allá.

El mismo Luis Donaldo Colosio nos ayudó. Él tenia buena amistad con el «Iinge», y éste con Salinas de Gortari, con quien se manejaba con mucho respeto. Mario Villanueva se llevaba muy bien con toda la gente del gabinete y como gente de trabajo que es, siempre estaba abriendo puertas para mejorara Quintana Roo porque, nos consta, siempre fue un estadista.

Gracias a esa visión es que se hicieron esos estudios geopoliticos y pudimos proyectar a corto, mediano y largo plazo, los primeros cincuenta años del municipio. Sólo que la realidad nos rebasó; fue tanto el éxito de la creación del municipio que, en 15 años, ya habíamos rebasado la proyección inicial.

Treinta segundos para hacer historia

Recuerdo muy bien la reunión en la que el Ing. Mario Villanueva me dijo:Tú lo sabes, Chano. Aunque se cayó el tema del municipio, vas a seguir contando conmigoen tus tres años al frente de la alcaldía”.

Si se puede, «Inge» —le insistí—. Echame la mano, debe haber algo que se pueda hacer”.

Déjame hablar con el Presidente.

El tenía mucho esa frase: «Echame la mano».

Se me quedó viendo: “Mira, Chano. En tres días viene el Presidente a un hotel cerca de Playa del Carmen”.

Nos pusimos de acuerdo. Al hotel nos fuimos Miguel Santín, Lety Mena, el Dr. Magaña y otros tantos que se colaron. Cuando vi una oportunidad, me acerqué al Gobernador y le hice una seña.

“Tienes treinta segundos para hablar con el Presidente”, me dijo mientras nos acercábamos a Carlos Salinas de Gortari.

Estaba bien nervioso. En mi mente sólo pensaba.»Y qué chingados le voy a decir en treinta segundos».

Con antelación, le habíamos entregado al lng. Mario Villanueva, una carta muy bonita que escribimos entre todos, donde explicamos por qué nos gustaría que se llamara Solidaridad.

Cuando me acerqué al Presidente, alcancé a darle una carta y le dije:”Presidente, con este municipio usted va a hacer historia”.

EI Presidente de la república me saludó y ya, eso fue todo.

Hay gente que tergiversa la historia e inventa que a nosotros nos condicionaron con ponerle Solidaridad al municipio, pero en realidad fue una idea que nosotros sugerimos desde el principio y atendiendo, como ya he dicho, a nuestra historia con el huracán Gilberto. A nosotros nadie nos condicionó.

Dias después, Mario Villanueva nos mandó llamar a Chetumal. Estábamos Santin Velazquez, Lety Mena, Lety Gallegos, Arturo López Magaña, y un servidor. Lo primero que nos preguntó fue: “Quién escribió la carta”

Puta! Nos quedamos mirando, pensamos lo peor: «Nos van a cagar». Porque Mario es de carácter muy fuerte.

Le contesté: “Ingeniero, todos la hicimos”.

“Le qustó al Presidente”, nos dice:

Los que mejor redacción tenían eran Miguel Santin, el doctor López Magaña y Arturo Cárdenas que era el secretario del Comité Pro Municipio, pero la escribimos entre todos. Pusimos parte de lo que nosotros creíamos y lo que habíamos estado trabajando.

EI Gobernador nos llamó como quince días después de la reunión con el Presidente y nos dio la buena nueva: “El municipio va”.

Cuando pensamos en el nombre que tendría Playa del Carmen como municipio, platicamos sobre lo que habíamos vivido, sobre todo, lo que habíamos pasado en 1988, cuando el huracán Gilberto. Juntos decidimos proponer Solidaridad y escribimos en esa carta histórica, lo que sentíamos y pensábamos.

Hablamos de que, cuando hay algo que como seres humanos nos motiva, nos unimos. En la Solidaridad, personas gratamente, se toman de las manos en un mismo propósito y, cuando eso sucede, aparece la magia de la hermandad. Es una emoción muy particular porque se trata de una fraternidad que entreteje similitudes, aún en la diferencia de pensamientos o incluso posturas políticas.

Solidaridad para mí, es una palabra que mueve los grandes corazones en el mundo, al trabajo conjunto, a la organización, a la formación de colectivos.

El nombre le viene bien al municipio: Solidaridad, Es una tierra prodigiosa que brinda resguardo y hospitalidad a miles de mexicanos gue han llegado desde otros estados de laRepública Mexicana. Los extranjeros de más de cien nacionalidades que aquí residen, también pueden dar cuenta de ello.

Por ello, es necesario y hasta obligatorio de mi parte, compartir este mensaje, dar a conocer las verdaderas motivaciones que tuvimos al nombrar a nuestro municipio como Solidaridad, el octavo municipio según el orden de la creación de los ayuntamientos de Quintana Roo, que actualmente Son once. Aunque todo indica que, en la zona arrocera al sur del estado en el Km 71 de Nicolás Bravo, surja un nuevo municipio.

Con unidad se logran grandes cosas. Recuerdo, por ejemplo que, a finales de 1980 en Polonia inició uno de los grandes movimientos políticos gestado por obreros, el dirigente sindical Lech Walesa que posteriormente se convirtió en presidente de esa nación, creó el sindicato «Solidaridad”.

Las noticias de la fuerza de esa organización y el nombre de Solidaridad, también nos inspiró.

Sé que para algunos el sentido de la palabra solidaridad se ha trivializado, sin embargo, cada vez que ocurre una desgracia, resurge con más fuerza y vigor. Se retoma lo que en esencia significa para nosotros: «echarnos la mano», con dinero, con un plato de comida, con cuidar un enfermo, con tantas y tantas muestras de la verdadera solidaridad.

 Si algo somos en México, particularmente en esta parte de nuestro país, es que somos solidarios, Solidaridad es un ejemplo, es un municipio que se forjó con el esfuerzo conjunto de quienes amamos estas tierras, de quienes nacieron aquí y de quienes llegamos a poner nuestras ideas entusiasmos, alegrías y energías; de quienes supimos vencer nuestras diferencias por un bien común.

Salen sobrando todas esas malintencionadas versiones de que fue por el programa del expresidente Carlos Salinas de Gortari. ¿Fue una «coincidencia»? Si. ¿Correspondió a su mandato? Sin dudarlo. ¿Se recibieron beneficios del programa? Eso es claro. Pero el municipio se llama Solidaridad porque honra a las mujeres y a los hombres que desde hace 30 años, y todavía antes, hicieron de la solidaridad el cimiento del municipio.

Solidaridad se llama así, porque platicando, analizando nuestra historia, ese puñado de soñadores nos dimos cuenta de que esa era nuestra esencia: el amor incondicional, la ayuda desinteresada, el orgullo de compartir, de dar, de abrir los brazos y recibir a quien busca una oportunidad. Porque incluso yo, que digo que fue difícil, debo reconocer que gracias a la solidaridad de muchos, me convertí en la persona que soy ahora.

Confieso que en particular, yo me identifico con la palabra solidaridad porque no me gustan las injusticias. No me gusta que abusen de la gente. Soy una persona que trata de ser correcta, justa, firme. Tengo mis convicciones y sé cuán importante es ser constante y disciplinado para lograr un objetivo cualquiera que este sea.

Siendo solidarios es como hemos logrado, con mi familia y con mis compañeros de lucha, algunas cosas importantes no solo para mi vida sino para mejorar la vida de las personas.

Lo digo con orgullo y sin falsas modestias, ser parte de los hombres y mujeres que participaron en la creación del municipio de Solidaridad es un honor. Ser parte de esta historia, el poder influir con mis palabras y mis actos, es un privilegio.

27 de julio

El paso siguiente, el que haría definitiva la creación del municipio, consistía en que el Congreso del Estado de Quintana Roo, votara a favor. El ingeniero Mario Villanueva ya había cabildeado con los diputados y metido mano dura con los cozumeleños. Claro que había oposición, algunos argumentaban que no teníamos experiencia, otros señalaban que era el inicio de la creación de municipios pobres porque, en lugar de fortalecer a los municipios existentes, lo que haríamos era desmembrarlos.

Yo siempre he sido muy directo, así que ese 27 de julio, en plena sesión de la VIl Legislatura del Congreso del Estado, me levanté y les grité a los diputados que se oponían a la creación del municipio.

“Cabrones, ustedes son unos traidores que no quieren el beneficio del Estado.

Fue un momento histórico. Me levanté hice una señal y les dije: ¡Vámonos!

Todos se pararon, la gente me siguió. Dejamos vacío el CongresO porque éramos como 300 personas.

En ese momento, Leonel Villanueva, que era el Presidente de la Mesa Directiva, me mandó llamar.

“Tienes que estar. Es un asunto importante que tienes que escuchar. Este es un tema democrático y si quieren ser parte de esto, tienen que volver a entrar”.

Así que regresamos al recinto, vino la votación y se anunció: “Solidaridad será municipio”. Al otro día, el 28 de julio, inmediatamente, se publicó en el Diario Oficial.

Regresamos a Playa del Carmen eufóricos. Cuando llegamos en los autobuses, paramos en la avenida Juárez con carretera federal y entramos caminando hasta el centro, felices. Quienes nos veían pasar no entendian lo que significaba ese alboroto, pero era algo muy importante, ya éramos un Municipio libre, como lo fueron después Tulum, Puerto Morelos y Bacalar.

Tres meses de gestión

Me tocó estar al frente del municipio como el primer Presidente Municipal de Transición de Solidaridad, pero sólo por tres meses del 28 de julio al 19 de octubre. Ya no me dejaron seguir.

Se organizaron nuevas elecciones y listo. Pero ¿qué pasó durante ese trimestre?

Desde que gané las elecciones y legué a la alcaldía, le pedí a Jacinto Aguilar Quiam que fuera mi tesorero, luego Miguel Santin estuvo como Secretario, el Ingeniero Cardozo estuvo en la oficina de Desarrollo y armamos un buen equipo.

Fueron bases importantes que facilitaron el trabajo de la siguiente administración municipal, la del profesor Ramón Severo Novelo Cárdenas.

Durante ese trimestre que estuve como Presidente Municipal, fortalecimos a la Delegación de Tulum y trabajamos muy de cerca de la zona maya; invertimos en la Cárcel Municipal, que era una porquería en ese tiempo. Pusimos las columnas para que la autonomía y el desarrollo de esta zona se fueran dando. Quizá solo fue un trimestre, pero demostramos lo mucho que se puede hacer, si se quiere.

Durante ese tiempo, y en mi calidad de autoridad, abrimos calles y avenidas. Abrimos el primer comedor para policias. Me dediqué a la promoción turística de nuestro municipio.

Como había mucho qué hacer para el cambio administrativo y la recaudación seguía haciéndose a través de Cozumel, me desesperé. El recién nacido municipio de Solidaridad no tenía autonomía, se pasaron de listos. No había ni para pagar lo básico y algunos pagos los hacía de mi bolsa.

Me entró la rebeldía y desconecté las máquinas. Nos pusimos a cobrar impuestos desde las oficinas. Sí se acalambraron, pero nosotros también porque no dimensionamos los temas legales. Nos estábamos metiendo en un broncón. De mi parte teníamos la mejor de las intenciones, estábamos eufóricos, emocionados.

En ese tiempo gestionamos la ampliación de las redes eléctricas y telefónicas, se abrieron los Juzgados Civil y Penal, así como un módulo de Telégrafos. Gestionamos la presencia de la Procuraduría Federal del Consumidor PROFECO.

Regulamos y rehubicamos a los ambulantes del Parque Fundadores. También comenzamos la ampliación de la 5ta avenida, hasta la Constituyentes, con la idea de promover la inversión y dejarla como un paseo para que los turistas disfrutaran de las tiendas y los restaurantes.

Era linda nuestra ciudad, con una nomenclatura que habiamos heredado de la visión de Cozumel y con hoteles que tenían nombres de animales, como el hotel Tucán o Las Golondrinas. Yo a mi hotelito le puse Elefante. ¿Por qué? Porque un elefante es un paquidermo y mi hotel es paquiduermas. Es real, ese soy yo. Me gusta hacer bromas y reirme de ellas. Ese hotelito tuve que darlo a administrar y le cambiaron el nombre pero, para mí, seguirá siendo el Elefante.

Tengo un orgullo muy personal. A mi me tocó dar el 15 de septiembre, el primer Grito de Independencia La plaza del parque Fundadores estaba repleta, tronaban los cuetes, la campana nos la prestó una iglesia en Cancún y mi amigo Carlos Cardin, fue quien la trajo.

A las onoe de la noche, como en todo el país, sonaron las arengas, los vivas y los aplausos.

Aquí nos tocó gritar muy fuerte y muy emocionados:

¡Viva México! ¡Viva la Independencia! ¡Vivan los héroes que nos dieron patria y libertad!

Viva la Independencia de Solidaridad!

Podia dar más

Cuando vienen las nuevas elecciones y ya no me permiten ser candidato, viví un momento muy difícil porque, cuando dejé de ser el motor o la cabeza del movimiento, vino la división.

 El nuevo gobernante empezó a jalar a nuestra gente y nos separaron.

“Ya no te juntes con Chano, no le sigan la corriente”.

La verdad si me sentí triste, por que si hay algo que no soporto es que la gente sea mal agradecida. Y también porque yo sabia que podía dar más, que tenia la capacidad para hacerlo. Me cayó el veinte.

Entendí que me frenaron, que no querían que continuara porque no les convenía tener a una persona que no iba a ser su Cómplice.

Siendo sincero, lo tomé con filosofía porque, a mí lo que me interesaba no era estar en el poder ni tener una posición política. Lo que yo queria era que fuéramos municipio, y que Solidaridad tuviera una posición social y políitica diferente. Lo habiamos logrado, ¿Qué más queria?.

Ahí aprendi que el que ‘se pone al pedo» es el que paga las consecuencias. Son los costos. A veces, cuando no permites que los pesos fuertes de la política hagan lo que quieran, tienes que saber que puede irte mal. Siempre se ha sabido, el poder se maneja desde arriba y cuando lo tienes, se le pueden inventar cosas al oponente, hasta vencerlo. Son las tramas del poder.

Sentí entonces que tenia que alejarme un poco de la política. Yo sé, hay mucha gente que no me perdona el hecho de que Playa del Carmen se volviera municipio y se convirtiera en el éxito que es. Sí, fue un golpe directo al poder de Cozumel.

No me hago tonto. Sé que siempre piso fuerte y que a veces, sin saber o sabiendo, trastoco intereses, así me gané la enemistad de esa gente que, cuando está en el poder, sólo ve por sus propios intereses.

Al principio si duelen y mucho, las deslealtades, pero luego entiendes que así es como se juega esto.

Estando en la política conoces también la cloaca. Sé lo que es sufrirle porque, cuando quieren joderte, lo hacen por donde más te duele: los negocios y la familia.

Cuando esto empezó, las cosas eran distintas, éramos hombres y mujeres que veíamos las cosas de otro modo, que pensábamos genuinamente en el bien de todos, no en Cómo íbamos a joder al de junto o nos íbamos a beneficiar personalmente, porque buscábamos que el beneficio fuera para todos.

Cada tres años tratan de borrar la historia, pero la historia no la puedes cambiar. Cada tres años le faltan el respeto a quienes luchamos por convertir a Playa del Carmen en municipio.

Si, nos dan nuestro lugar, a veces, pero a la fuerza. Como dice el dicho: «El fracaso es huérfano y el éxito tiene muchos hijos”. Nosotros, los que todavía estamos aquí, participamos para recordar cómo era el municipio que soñamos construir y que desgraciadamente, se nos fue de las manos.

A veces siento que mi forma de pensar, de hablar, se pierde entre tanto ruido. A veces siento que sólo soy una voz en el desierto. Pero, bueno, nunca se sabe hasta dónde va a llegar el eco de tu palabra. A mí me gusta pensar que habrá alguien que escuche y quiera sumarse a los propósitos comunes, reales y buenos, por los que hay que seguir luchando.

Además, ahí están los datos: el crecimiento de Solidaridad fue tan vertiginoso que, desde que nos convertimos en municipio, tuvimos el crecimiento más alto del mundo: el 22% anual. Hasta antes de la influenza, cada 25 minutos llegaba una persona a vivir a Playa del Carmen.

Después de la pandemia del COVID 19 bajamos al 14% o 15%

Nuestro municipio manda hoy día a la Federación 6.500 millones de dólares anuales, todo el estado suma más de 11 mil millones de dólares, eso representa el 30% del Producto Interno Bruto Per Cápita Turístico. Sin embargo, Quintana Roo recibe muy poco de la Federación.

Parece que nuestros gobernantes no entienden que el crecimiento en estos municipios es muy diferente al que se vive en el resto de la República. Tan es así que el INEGI tergiversa las cifras poblacionales diciendo que somos más de 333 mil habitantes, cuando ya somos más de medio millón. Eso es grave porque recortan los recursos que nos corresponden y lo que llega no alcanza. Esas cifras afectan las partidas presupuestales del Ramo 100.

Las necesidades siempre son más de las que pueden resolverse. Tapamos un hueco y se destapan tres porque estamos rebasados. ¿Sabes cuánto recibe Quintana Roo? Sólo el 3% de lo que manda. Esas condiciones crean desigualdades tan grandes que el 30% de nuestra población, casi 150 mil personas viven en la pobreza extrema.

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba